EL QUE FUE ANTES DE AYER
“En el
principio creo Dios los cielos y la Tierra” Génesis 1:1
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“En
el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios” Juan 1:1
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Desde muy temprana edad comencé
escuchar el versículo de Juan 1:1, siendo tomado como una prueba específica de
la divinidad de Jesús, el “hijo del carpintero” “el hijo de María” “el profeta
que predicaba”.
Uno que vivió en Nazaret, algunos lo
llaman Dios, otros afirman su existencia como hombre, negando todo antecedente
anterior a su vida terrenal. La historia de la humanidad se divide en antes y
después de su nacimiento; sin embargo la sociedad contemporánea ya no lo
recuerda como Dios, sino que aun siendo cristianos, han creado una realidad
paralela tratando de encapsular el poder de aquel que venció la muerte en una
vía de esperanza para la “paz espiritual”. Los cristianos, por nuestra parte, hemos
disfrazado la libertad de pensamiento en una
excusa para escapar del mandato divino de la Gran Comisión.
Juan por el contrario muestra un
mensaje abstracto más contundente… comienza a escribir su evangelio llamando al
Rey de reyes, “El Verbo” (Logos). No se limita a llamarlo por su nombre, sino
que insiste en resaltar su deidad exponiéndolo como el mensaje divino, es
decir, el centro absoluto de la palabra de Dios.
Esto es una demostración total del
propósito de Dios en la historia de la humanidad, al crear al primer hombre,
con libertad de libre pensamiento o libre albedrio, que terminaría por propagar
el pecado para toda la humanidad, demostrando nuestra incapacidad de encontrar
la sanidad y paz espiritual completa por nosotros mismos. Una demostración ante
nosotros de que somos inútiles en este aspecto. Así, se nos presenta a
Jesucristo como “la imagen visible del Dios invisible”, cuya misión es
rescatarnos de la condición de secuestrados por el pecado, para darnos la vida
eterna. Es por esto que al continuar la lectura de Juan 1 encontraremos el
siguiente tesoro “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”
Al contrastar esta realidad con Juan
17:17 descubrimos un doble mensaje expresado por el Señor Jesucristo “Santifícalos
en tu verdad, tu palabra es Verdad”, refiriéndose a los discípulos.
Se presenta otro término, “la verdad”,
como vía para ser santificados en ella. Sin embargo conociendo que el Señor
Jesucristo en sí mismo es “la verdad”
según Juan 14:6, se comprime al proceso de Santificación a un punto en específico:
su dependencia de la intimidad del creyente con el Espíritu Santo a través del
mensaje de Cristo que es la verdad revelada, la palabra de Dios… ¿Cómo podemos
ser semejantes a Cristo? A través de la comunión con Cristo.
Si bien muchos reducen esta realidad a
“una de las vías aceptables” cuyo destino es la paz y el amor, hoy se presenta
ante ustedes como la única vía…
“Jesús le dijo: Yo
soy el camino, la Verdad, y la Vida, nadie viene al padre, sino es por mi” Juan 14:6
Dios les Bendiga
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