¿Has escuchado el Murmullo?

¿Has escuchado el Murmullo?
         ¿Qué es el murmullo? ¿Desde hace cuánto tiempo no escuchas uno?
En la sociedad los seres humanos vivimos azotados bajo constante actividad y ruidos que absorben toda nuestra atención y vida… estamos acostumbrados a lo agitado, por lo que exigimos rapidez en todos los lugares, por parte de las personas y de la tecnología. Se ha inventado incontable cantidad  de electrodomésticos y equipos para contribuir con la rapidez que esperamos y con la que necesitamos llevar nuestra vida.
         Y de esta manera esperamos llevar nuestra relación con el Señor: esperamos a los ángeles azotando los estanques, ejércitos cayendo derrotados y fuego caer del cielo en todo momento. Según nosotros, el Señor está “obligado” a complacer nuestra necesidad y deseo de ver su gloria de manera sobrenatural, intensa y poderosa…
         Pero ¿qué pasa en medio del silencio? ¿Qué hay en nuestro interior cuando la respuesta divina no es escuchada en voz de trueno?
“¡Estoy harto, Señor! – Protestó –Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados”
Son palabras del profeta Elías  al no escuchar la voz de trueno descendiendo del Cielo, mientras permanecía deprimido.
Debo agregar que yo me deprimiría si el rey de mi país procurara matarme; sin embargo este no es el punto, ¿Cuántas veces hemos llegado a límites en que el agotamiento inunda nuestras vidas rápidamente? Después de un gran acontecimiento, después de una gran victoria somos azotados por una depresión ocasionada por el agotamiento, que trae como resultado nuestro derrumbe ante cualquier pequeña llovizna.
Esto fue lo que impactó al profeta de forma inminente, ya que ante todos los milagros vividos, uno detrás de otro, y siendo probablemente adicto a escuchar la voz de Dios de manera tempestuosa, su silencio fue un gran golpe ante su estado de cansancio…
Pero en medio de la depresión, Dios le mostro su presencia en las sutilezas…
Dios decide hacer sentir a Elías
¡UN GRAN VIENTO! sin la presencia de Dios
¡UN GRAN TERREMOTO! sin la presencia de Dios
¡UN GRAN FUEGO! sin la presencia de Dios
Y, finalmente, un SUAVE MURMULLO…
Toda nuestra vida se encuentra azotada por incontables actividades y deberes, personas, momentos, sonidos, y nos encontramos exigiendo de parte de Dios que entre en nuestro agitado ritmo de vida y actúe de manera tempestuosa. En ocasiones, podrás escuchar la voz de Dios en medio de todo ese ruido, en otras Dios te exigirá te detengas a escuchar su voz a través de un suave murmullo.
Si piensas que Dios está guardando silencio, solo tienes que apagar la TV, el teléfono celular, dejar unos minutos el internet, estacionar tu vehículo. Solamente detente a escuchar el suave murmullo de la voz de Dios.





Dios te Bendiga.

Comentarios

Entradas populares