VOLVER AL FUTURO
al Futuro
Volver al
futuro siempre ha sido una de mis películas favoritas. Es la combinación
perfecta de ciencia ficción, humor y acción, además de ser idónea para enseñar
el complicado e inexistente mundo del viaje en el tiempo; así que definitivamente
la recomendaría con los ojos cerrados y dos pulgares arriba a cualquier persona.
Siempre me
agradó el Doctor Emmet Brown y Martin McFly y sus parlamentos pronunciados con
una aparente necesidad de gritar constantemente. La aproximación a una de las conversaciones
más emblemáticas que puedo recordar es la siguiente:
Martin: “Un momento, si
conduzco hacia la pantalla me estrellaré contra ella”
Doc. Emmet: “Martin,
tienes que pensar en la cuarta dimensión, en el instante en que te traslades a
1885 la pantalla desaparecerá”
¿Lo recuerda?
De modo que Martin siempre terminaba conduciendo el DeLorean hacia una pared o
despeñadero, confiando en que la máquina no fallaría y viajaría en el tiempo
antes de estrellarse y morir.
Esto me lleva a
Josué 3: 13 “Y cuando la planta de los
pies de los Sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra,
se asienten en las aguas del Jordán, se dividirán; porque las aguas del Jordán
se detendrán en un montón”.
Esta
instrucción dada por Dios a Josué exige riesgo antes de ver el milagro. Parece
decir: “Moja tus pies antes y yo dividiré
el agua” ¿Por qué no a la inversa? ¿Por qué no dividir el agua antes de
pedirme que pase? ¿Por qué pedirnos una
muestra de fe primero?
En nuestro andar
diario con Cristo nos encontraremos muchas veces en situaciones como ésta, a
medida que nuestra madurez espiritual crezca el Señor dejará de abrir las aguas
antes de pedirnos cruzar y comenzará a pedirnos obediencia y fe ciega (mojarnos los pies) antes dividir las aguas,
en otras palabras tenemos que tomar en cuenta la “Cuarta Dimensión”.
La “Cuarta
Dimensión” en Cristo es el camino entre nosotros y nuestra promesa, es decir,
tal como ocurrió en la creación, Dios habla y su creación sigue sus instrucciones,
y lo que sale de su boca se convierte en hechos.
En este momento el Jordán es el único
que le separa de su destino final en La Tierra Prometida y depende de Usted
decidir si tener fe y cruzar el rio confiando en que Dios abrirá las aguas o
permanecer donde está y nunca ver su promesa.
Solo me queda
culminar esta ilustración con un pasaje, para los Matemáticos cuyo raciocinio
solo les permite pensar en tres dimensiones X,Y,Z, ubicado en Efesios 3:14-19
“Por esta causa doblo
mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre
toda familia en los cielos y en la Tierra, para que os dé, conforme a las
riquezas de su Gloria el ser fortalecidos con poder en el hombre interior de su
Espíritu; para que habite Cristo por la
fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
seáis plenamente capaces de comprender con todos los Santos cual sea LA ANCHURA
(1), LA LONGITUD (2), LA PROFUNDIDAD (3) y LA ALTURA (4 dimensiones), y de
conocer el amor de Cristo, que excede a TODO
CONOCIMIENTO, para que seáis llenos de la plenitud de Dios.” (Énfasis
de la autora)
Dios les Bendiga
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