UN SECRETO PARA EL ÉXITO
¿Cómo
podemos alcanzar el éxito? Es una de las preguntas que más nos hacemos, ¿Qué
necesitamos? ¿Cambiar nuestros hábitos? Ésta se ha convertido con facilidad en
la literatura popular entre las personas, incluso dentro de la Iglesia del
Señor.
Lo primero
que debemos hacer es fijar la vista en nuestra meta: quién se ha convertido en
nuestro ejemplo a seguir; quién es la persona más exitosa de la que tenemos
conocimiento. Puedo anticipar cuáles nombres estarán en la lista: Bill Gates (cofundador
de Microsoft), Mark Zuckerberg (inventor del Facebook), Ismael Cala
(Periodista), Andrés Moreno (fundador de Open English) y, como arquitecto no
puedo dejar de mencionar a Frank Gerhy (ganador del premio Pritzker de
Arquitectura 1989). Sé que al menos uno de ustedes concordará con uno de mis
ejemplos, otros tendrán la vista en algún otro personaje famoso, pero creo que
se cumplió el ejercicio.
Una vez definida
nuestra meta podremos extraer las características de una persona exitosa:
1.
Una carrera en la que obtenga la admiración
de las personas.
2.
Estabilidad económica, y auto-sustentabilidad.
3.
La sensación de autosuficiencia e
independencia de ayuda Divina.
Nada menor
a esto es apetecible para nuestros sueños, toda persona por debajo de este estándar
queda excluida ya que no cumple con los requisitos. Por lo que ni pensar en que
la cárcel, la pobreza formen parte del futuro de los miembros de nuestra lista
o nuestro éxito por venir.
No puedo
evitar pensar quiénes están por fuera de la lista, ¿a quién estoy excluyendo? ¿A
mi mamá y hermana? Dos personas cuya valentía se asemeja a la de David. Tal vez
mi opinión no sea muy objetiva en este punto...
Pero, ¿y los
12 apostoles? Casi todos mártires de la fe... Asimismo, me pregunto ¿son
Jeremías e Isaías inferiores a Daniel por culminar sus vidas fuera de la corte
de un rey? … Y más importante aún, el Señor Jesús, ¿consideramos su obra
inferior por no estar entre almohadones de lujo en el momento de su muerte? O,
por el contrario, ¿su éxito reside en lo deshonrosa de tal experiencia?
No pienso que
la clave del éxito es la pobreza, así como tampoco lo es la riqueza. Recuerde
que "raíz de todos los males es el AMOR al dinero", no el dinero en
sí mismo.
Nuestras vidas
no deben ser regidas por cómo podemos obtener más dinero, ya que corremos el
riesgo de ser más proclives a quebrantar nuestra integridad con ese fin y
terminamos distorsionando los cristales de nuestra fe para ver nuestra realidad
con menos deshonra. Por el contrario debemos definirnos cada día por una
pregunta: ¿Cómo puedo agradar más a Dios? ¿Cómo puedo glorificar el nombre de
Dios?
"Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira
que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste
testimonio, bautiza, y todos vienen a él. Respondió Juan y dijo: ...Es
necesario que él crezca, pero que yo mengüe."
Juan 3:26-30
Pienso que
cuando un hijo de Dios cumple el llamado del Espíritu Santo con pasión, bajo la
completa comprensión de en Quién debe posar el rostro de sus seguidores, ese es
un verdadero hombre exitoso; así como Juan el Bautista que desempeño su labor
con valor y dedicación para luego mostrarle a sus discípulos Quién era el verdadero
protagonista, mientras salía de escena lentamente.
Dios les Bendiga.



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