DÍA DE LAS MADRES

Virtuosas

La Biblia está llena de ellas, mujeres con fortaleza y propósito que nunca se detendrán ante nada cuando desean sobreponerse ante las pruebas.

Todas ellas tienen algo para recordar, mujeres como:

Sara, en su deseo “inalcanzable” de ser madres.

Rahab y Rut, quienes reconocieron la deidad de Dios de los Judíos a pesar de que su cultura natal las empujaba a lo contrario, se adaptaron a un nuevo pueblo criando a sus hijos entre ellos.

Ana, quien entregó su primogénito al Señor (su regalo más preciado y anhelado) y le confió su crianza.

Ester y Débora, mujeres llenas de fortaleza y unción, capaces de enfrentarse a sus enemigos con el fin de honrar a Dios.

Quizá la mujer que le rogó a Eliseo por la vida de su hijo, ofrendadora y dadivosa, quien ese día dejó ver su más grande virtud, tomando el cuerpo sin vida de su hijito en busca de su salvación.

También la Cananea que le rogó a Jesús por la sanidad de su niña, nombrada por el mismo Señor como “Una de las persona con Fe grande”.

Si tuvieras que escoger una fila, para conocer a una de ellas ¿cuál sería? ¿Qué característica prefieres conocer entre ellas? ¿el amor? ¿el compromiso? ¿la perseverancia? ¿compasión? ¿fe?.

La Biblia narra la historia de muchas ellas, pues lograron resaltar en un tiempo donde las mujeres no destacaban; sin embargo, fueron capaces de sumar virtudes suficientes y abrirse un espacio en los relatos bíblicos, por lo que reciben toda nuestra atención y por esto las llamamos mujeres Virtuosas.

Personalmente no me formaría en ninguna de estas filas, no por restarles valor a todas estas mujeres, sino por conocer a una que suma todas las anteriores. Espero profundamente algún día ser el resultado de lo que representa la crianza y enseñanza de lo que ha significado la bendición de llamar a tal mujer “madre".

“Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú las sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada”  Proverbios 31:29-30

Dios les bendiga